ANÉCDOTA
1ª anécdota
Mi padre me contó que mi abuelo cuando el era pequeño al vivir en León no había piscinas ni playas y lo días que hacían sol pasaban muchísima calor.
Una día cuando mi padrino y el acabaran de salir del colegio, hacía mucho calor y nos les apetecía hacer los deberes entonces se sentaron a la sombra. Después de un rato decidieron ir a refrescarse a un canal de agua que había cerca de su casa. Aunque ese canal se utilizaba para regar los campos se metieron en el. Al llegar el agua del pantano estaba limpia y muy fresquita y les alivió el calor.
A partir de ese día fueron cada vez que hacía calor con el resto de sus hermanos y amigos. Y al final el canal que servía para regar el cultivo acabó siendo una piscina pública improvisada.
2ª anécdota
En el colegio de mi madre las profesoras tenían muchas tácticas para que los niños estudiaran y una de ellas era esta:
Cuando mi madre y mis tías iban al colegio la profesora les decía que si no sabían la lección las amenazaban con encerrarlas en una habitación llena de ratones. Al ver la cara de sinceridad de la profesora los niños se creían que existía esa habitación.
3ª anécdota
Cuando mi abuela era pequeña cogía las mazorcas de maíz y hacían muñecas con ellas.
Primero les peinaba el pelo de la mazorca, después les hacían vestidos con los restos de la tela que utilizaba su madre para hacer la ropa y las mazorcas convertidas en muñecas ya estaban listas para jugar.
Me gustan las tres anécdotas; sin duda muestran que el mundo era distinto: un canal de riego se convertía en una piscina y una mazorca de maíz en una muñeca... Puedo imaginarme la felicidad de, en un día caluroso, meterse en el agua fresca de un canal dejando olvidadas al borde las carteras con los deberes sin hacer. Amenazas como la del cuarto de las ratas seguro que eran soportables.
ResponderEliminar(Revisa un poco la redacción: el sujeto debe concordar con el verbo: "mi abuela hacían muñecas con ellas", "mi abuela les hacían vestidos con...".
Saludos, Pipi.